Este piso era un dúplex que estaba sin comunicar, le faltaba la escalera interna, y para disfrutar de su fabulosa azotea había que utilizar las escaleras comunitarias… un sinsentido!

Por la distribución arquitectónica de la planta superior, las escaleras debían ir sí o sí sobre la cocina (nueva). Y la premisa era que bajo ningún concepto fuesen escaleras de caracol. Se buscaba la comodidad y la funcionalidad por encima de todo. Así es que nos empleamos en diseñar una cocina poco convencional, en la que cupieran unas escaleras dignas, todo lo necesario para que fuese una cocina cómoda, práctica y por supuesto hermosa. No fue sencillo, porque contábamos con caldera de gas, ventana amplia, y mochetas que aparecen en obra para tirar por tierra tu mejor plan… Cuándo los metros no sobran, el ingenio se agudiza! Hay estructuras que te ponen a prueba, pero reconozco que son en las que de verdad se disfrutan, porque se trabaja duro pero se consigue siempre!

Una cocina amplia y funcional comunicada con la sala de estar, una zona de desayunos (y vinitos) francamente agradable. Un baño completamente reformado apostando por la modernidad, dónde no sólo cambiamos todos los sanitarios de lugar haciéndolo así más funcional, sino que también ideamos un diseño sugerente y atractivo.

En la parte superior, empapelamos toda una habitación con cerezos en flor y creamos un mini aseo de cortesía en un pequeño córner de lo más encantador.

Esta vez nos encontramos con un piso, y lo devolvimos siendo un dúplex!